El bulling consiste en
un tipo de violencia horizontal que se ejerce de manera continuada en el
tiempo y que se desarrolla en el ámbito escolar. Además se caracteriza
porque se produce un desequilibrio de poder entre el agresor y la
víctima, como por ejemplo que exista una mayor presión del grupo, o que
el agresor presente una mayor edad o fortaleza que la víctima. Este tipo de
violencia se puede ejercer en forma de amenazas, humillaciones, abusos,
coacciones o aislamiento de forma de liberada hacia el niño o
niña en cuestión.
La Junta de Extremadura ha lanzado
una campaña con el nombre “Si te molestan, no calles” en la que se
aportan una serie de consejos a seguir en caso de que se esté pasando
por una situación de acoso escolar.
Por otra parte, y atendiendo a esta
sociedad cambiante caracterizada por el avance en las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación, creemos oportuno definir el concepto de ciberbulling. Según
la guía de orientaciones para la prevención, detección y corrección de las
situaciones de acoso escolar en los centros docentes no universitarios de la
Comunidad de Madrid, podemos definirlo como una agresión
psicológica que, de forma intencionada y repetida,
ejercen uno o varios individuos contra otros utilizando para
ello las nuevas tecnologías.
Algunas de las características que
pueden ayudar a distinguir si existe o no ciberacoso son las
siguientes:
El medio para agredir es de naturaleza
tecnológica, ya sea internet (mensajería instantánea, redes sociales,
juegos on line, chats, páginas personales) o teléfonos móviles (sms, vídeos,
fotografías), principalmente:
1.Suele estar ligado
a situaciones de acoso en la vida real y
de acoso escolar.
2.Es habitual el contacto
previo entre víctima y agresor en los espacios físicos.
3.Es una agresión repetida y duradera
en el tiempo, no un hecho puntual. Por ejemplo, el envío aislado de
mensajes desagradables, aunque se trata de una acción reprochable, no debería
ser considerado como un caso de ciberacoso. Por tanto, la acción debe dilatarse
en el tiempo.
4.Puede evidenciarse cierta
jerarquía de poder o prestigio social del acosador o acosadores
respecto de su víctima, si bien esta característica no se da en todos los
casos.
Algunas de las conductas
violentas más habituales se manifiestan en situaciones como las
siguientes:
1.Remitir correos electrónicos
o mensajes desagradables o amenazantes.
2.Etiquetar fotos colgadas en
redes sociales con comentarios indeseables, exponiendo a la persona implicada a
una posible escalada de observaciones, expresiones y comentarios de terceros.
3.Publicar postings (acción
de enviar un mensaje de correo electrónico a una comunidad virtual, newsgroup,
lista de correo o foro de discusión), fotos o vídeos desagradables en un
perfil, página web o chat.
4.Suplantar la identidad a la
hora de expresar manifestaciones desagradables, en un foro de mensajes, en un
chat, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario